Lograr que un visitante fugaz se detenga y capturar su atención por un instante, es el mayor reto que tenemos los que trabajamos en Marketing Digital, porque si tienes su atención y se interesa en tu producto se puede convertir en un posible cliente, pero ¿cuál es la fórmula?
Esas fórmulas se han dado en llamar, genéricamente, “llamadas a la acción” o “CTA” (por su nombre en inglés, Call to Action) y son esos textos, imágenes o botones que estimulan al usuario a realizar una determinada acción.
“Suscríbete aquí”, “Déjanos tus datos”, “Descarga el ebook”, “Contáctanos”. En cada una de esas órdenes, el modo imperativo está haciendo su trabajo y buscando un movimiento específico por parte del visitante a una web, una red social o lector de un email.
Es un término técnico, una metáfora que va guiando al usuario a lo largo de su ciclo de compra, desde que es un visitante anónimo o prospecto, hasta que se convierte en un contacto, lead u oportunidad de venta y, luego, en un cliente.
Es fácil imaginar ese proceso como un embudo (al que en Inbound Marketing llamamos Embudo de conversión o Conversion Funnel).
Al principio, una multitud de usuarios recibe el impacto de la llamada a la acción. Muchos de ellos se sentirán interesados y pasarán a la siguiente fase. Otros quedarán en el camino. Y al final, sólo una selección de ellos desembocará en la instancia de compra.
Que ese proceso finalmente tenga éxito dependerá en gran medida de la necesidad que tenga el usuario de resolver el problema que manifiesta, pero principalmente de la efectividad de las llamadas a la acción que se vaya topando en el camino.
Del acierto del banner, el botón o ese gráfico o texto colocado estratégicamente en un sitio web, el usuario hará clic y entrará en la siguiente etapa del embudo, ya sea desde un posteo en Facebook, una landing page o la home de un sitio web.
Ofrecer una recompensa por hacer clic es una buena fórmula para atraer usuarios. Una invitación, un material exclusivo, un cupón canjeable, un ebook gratuito con contenido de valor son sólo algunos ejemplos de posibles incentivos.
Si ese contenido que ofreces es considerado útil, relevante y oportuno, el usuario aceptará dejar algunos datos personales en un formulario con el fin de obtener su recompensa y se convertirá en un contacto valioso para tu negocio.
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