Cuando surgieron las redes sociales, las pymes tenían un sólo fin: conseguir seguidores, Me Gusta, compartidos y RT. Hoy el objetivo es llegar al comprador ideal para concretar ventas. Pero para vender más en Internet es vital una estrategia.
Hagamos una analogía: administrar con éxito un negocio en las redes sociales es como planificar un viaje. ¿Qué ruta nos conviene hacer? ¿Qué presupuesto tenemos? ¿Cuáles son los pasos que debemos tomar antes de llegar a destino? Estas y muchas otras preguntas nos planteamos, ¿no?
Pero a lo largo del camino también debemos chequear si estamos en la ruta correcta o si es necesario recalcular el GPS para llegar a destino. En una estrategia de redes sociales también recalculamos y analizamos para llegar al objetivo de aumentar las ventas.
Si lo seguimos pensando como un viaje el indicador a analizar es que si nos propusimos, por ejemplo, llegar a la cima de la montaña pero terminamos al borde del precipicio, no vamos por buen camino. O peor aún: se nos quedó el auto a mitad de camino. Por eso, es importante plantear objetivos específicos, medibles, atinados y relevantes y en un plazo de tiempo (o SMART por sus siglas en inglés: specific, measurable, attainable, realistic and timely). Por ejemplo, aumentar nuestra comunidad en un 20% durante el mes y tener una conversión del 10% en el primer trimestre.
Antes se creía que hablar en sólo era síntoma de locura. En la era de las redes sociales si estás hablando sólo y nadie comenta, da Me Gusta o comparte lo que comunica tu marca no estás loco, sino que tu community manager lo está haciendo mal. Es importante que el contenido que publicas sea relevante para tu audiencia y el silencio, en este sentido, es un indicador para recalcular la estrategia.
Hasta el momento 12 personas pisaron la Luna. Si tu página web recibe recibe menos tráfico que la superficie lunar, preocupate. Uno de los objetivos de hacer publicaciones en las redes sociales es llevar tráfico al sitio web para que realicen una acción: suscribirse, comprar o conocer más. Si este número no se incrementa deberás repensar tu estrategia.
Si identificas alguna de estas situaciones como propia, o todas ellas, lo primero que debes preguntarte es si estás construyendo la comunidad adecuada. Verás: no todos los seguidores en tu Facebook son importantes, sino sólo aquellos que están alineados con tu producto o servicio, sólo aquellos que expresen una necesidad vinculada a tu empresa.
¿Pero cómo consigo esos contactos que le sirven a mi empresa? Con un método de atracción que te permita armar tus propias bases de datos. El desafío es convertir tu sitio web en una fábrica de potenciales clientes.
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