El sueño de todo Community Manager es que su contenido sea el más gustado, comentado y compartido. Pareciera que existe una relación directamente proporcional entre las interacciones y la felicidad. Sin embargo, esto no es una cuestión de ego.
La verdad es que las redes sociales usan algoritmos para poder determinar qué contenido es relevante y, de esta manera, darle una mayor o menor exposición. En este sentido, la segmentación es una de las estrategias que nos puede ayudar a cumplir este objetivo y a superar los niveles de engagement o interacción que manejamos regularmente.
Y cuando hablamos de segmentar lo primero que se nos viene a la mente son los datos demográficos comunes: edad, género, localización geográfica. Y no está mal, es una de las variables. Sin embargo, este criterio no es suficiente para optimizar nuestra segmentación.
Algunas redes como Facebook nos permiten identificar también profesión, intereses y hábitos de compra. Google ha indexado más del 0,004% de la información mundial y conoce cada detalle de nuestra navegación y comportamiento en internet. Por su parte, el Big Data pisa cada vez más fuerte y tenemos que aprovecharlo.
Porque nuestra audiencia, además de tener esos datos objetivos, tangibles, tiene sentimientos, costumbres, dudas, expectativas, problemas. Por lo tanto, es necesario entender un patrón psicológico para poder comunicar nuestro mensaje con mayor fuerza.
En este sentido, debemos analizar toda la variedad que tenemos dentro de nuestra base de datos: hay algunos que son sólo seguidores, hay quienes son fans de nuestra marca y que nos recomiendan, hay otros que son potenciales clientes y hay otros que todavía no saben nada de nosotros (como vemos en Inbound Marketing con el Buyers Journey).
Por lo tanto, tendremos que pensar qué está necesitando cada uno de estos grupos, cuáles son sus necesidades y de qué manera los podemos ayudar.
Algo más para pensar: ¿en qué redes sociales se mueve mi público objetivo? Facebook, YouTube, Twitter, Instagram, LinkedIn, Google+, Tumblr, Flickr, Pinterest y la lista se agiganta día a día.
Hay redes que pueden estar muy de moda, pero hay que preguntarse si realmente sirve tener un perfil en las mismas. Para responder esta pregunta hay que estar seguros qué redes sociales usa tu público, con qué frecuencia, para qué, en qué lugar o momento.
¿Y si pensamos en Twitter? En este caso, las listas son la clave para segmentar contenidos.
Y aquí es muy importante segmentar porque la cantidad de tweets que se generan minuto a minuto son incontables, por eso muchas personas dicen que se da un fenómeno llamado “infoxicación”, es decir, la sobrecarga de información.
Con las listas podemos agrupar personas con intereses en común, de manera que cuando creamos contenido para ellas, lo pueden identificar fácilmente y considerar como más relevante.
Una vez que hayamos identificado los diferentes perfiles que hay dentro de nuestra comunidad estaremos en condiciones de realizar una segmentación óptima, la cual será más sencilla, comprensible y tendrá mejores resultados. Y los Community Managers se convertirán en las personas más dichosas del universo. ¿Quién los parará?
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