Desde hace un tiempo conocemos a los Youtubers, luego surgió la moda de contratar influencers para las marcas. Pero lo que las marcas no tienen en cuenta es que así como lo contratas vos viene otra marca y también le paga. Y así es como muchas veces los influencers terminan perdiendo sus valores y vendiendo el alma al diablo.
No digo que todos hagan lo mismo pero hay varios casos comprobados.
Es fácil imaginarse a una celebridad que sea contratada por una empresa para lanzar un producto, incluso si el lanzamiento es una serie de videos de 10 minutos en lugar de un anuncio televisivo de 30 segundos.
Influencers, a diferencia de las celebridades, puede estar en cualquier lugar. Ellos pueden ser cualquier persona. Lo que los hace influyentes es su frescura y naturalidad, por la que logran gran cantidad de seguidores en la web y las redes sociales. La gente sigue sus consejos sin pensar en promoción o publicidad, lo toman como un review u opinión sobre marcas y productos.
Un influyente puede ser un fotógrafo de moda popular en Instagram, o un blogger o un ejecutivo de marketing respetado en LinkedIn. Dentro de cualquier industria, hay personas influyentes, solo tienes que encontrarlas. Son fácilmente reconocidos por sus cientos de miles (si no millones) de seguidores, y esa es la audiencia objetivo que buscan las marcas.
Principalmente son el público millennial y de la generación Z quienes sigue a estos influencers. Pero la razones por las que los siguen es que encuentran en ellos un código de entendimiento común, es decir, se sienten identificados con ellos (a veces más que con sus propias amistades). Pero esta relación que se genera conlleva tal carga emocional implícita, que cuando ésta se rompe es difícil (o casi imposible) de reconstruir.
Todas las figuras públicas tienen una historia. Antes se decía que la gente no tenía memoria y por eso se repetía la historia. Pero hoy en día en internet, en las redes sociales, todo queda registrado.
| Las redes sociales son tu nueva memoria.
Y si bien hay mucha información en internet, cuando existe un suceso negativo es difícil de ocultar y esto desacredita a tu marca.
Veamos un ejemplo. Greencook es un perfil de una chica influencer que se define a sí misma como Healthy Food Blogger / Estudiante de Nutrición y es contratada por varias marcas para promocionar su productos.
Hace poco comencé a seguirla, interesada en las recetas saludables que compartía. Pero un día promocionó una conocida marca de sopas industriales que de sano todos sabemos que no tienen nada (y una estudiante de nutrición debería tenerlo clarísimo). La cantidad de comentarios negativos en esta publicación pueden verlos ustedes mismos.
Lo que justamente todos reclamamos (incluyéndome) es que sentíamos que poco tenía que ver con lo que profesaba y que nos sentíamos decepcionados por su elección. Incluso el peligro de que alguien influyente saliera a decir que ese producto es "sano".
Muchos decidimos dejar de seguirla.
Imagina que fueras el dueño de esa empresa, entonces todo ese esfuerzo que te tomó construir tu marca, tanto tiempo y dinero, se van al tacho por un tercero.
Un influencer vende tu imagen y credibilidad por eso es muy importante estar seguro de que se comparten valores para que luego no sea contra producente.
Un influencer es como un representante más de tu negocio, cómo un vendedor más en quien deberías confiar. Pero ¿confías en lo harán?
Hace poco en un reunión de ventas el cliente nos comentó que había contratado a un youtuber como community manager de su marca. Pero cuando le preguntamos cuál era su estrategia, porqué había decidido contratarla, no era tan claro el plan sino que tenía experiencia y contactos.
El principal problema es que las marcas, las empresas, piensan en cosas innovadoras pueden hacer en vez de tomarse un minuto para setear nuevamente el norte u objetivo, evaluar su opciones y tomar la decisión más acertada.
Las PYMEs sobre todo, siguen sucumbiendo al pecado de guiarse por el "me gusta index" y no por desarrollar estrategias que los ayuden a hacer más negocios.
Nuestro consejo es que si estás decidido a contratar un influencer, tengas claro el ROI, o retorno de la inversión, que esperas a cambio. También asegúrate de dejar en claro tus criterios de aceptación o comportamiento que esperas de ellos. (Siempre deberías tener a tu abogado de lado para firmar un acuerdo).
Algunos resultados comunes que puedes esperar o medir de tus acciones con influencers son:
Si todavía no estás seguro de cuál debería ser tu estrategia o el camino a tomar con tus redes sociales, no te preocupes, podemos ayudarte. Comencemos con un asesoría gratuita para ver cómo lo estás haciendo y encontremos a dónde tienes oportunidad de crecer. Armemos tu plan de crecimiento juntos. Comencemos: