El primer golpe largo con el drive es como atraer gente a su sitio web: muchos pueden pegar largo, con fuerza, pero lo difícil es quedar en el fairway y en una posicion para lograr un siguiente tiro efectivo.
Pero el reto realmente se presenta en el green, esos ultimos pequeños golpes o toques que nos ayudarán a "anotar". Y cómo todos sabemos lograr un "hoyo en uno" sucede muy pocas veces y depende más de la suerte que de la habilidad.
Ahora podemos pensar los distintos palos de una bolsa de golf como las distintas herramientas que tenemos para ejecutar las diferentes acciones de marketing: las redes sociales, el email marketing, el sitio web, una landing page, bases de contactos, un contenido especial, las plataformas de publicidad.
En alguna jugada podremos preferir un palo frente a otro, dependiendo de si queremos llegar más lejos o ir más alto, pero de algo estamos seguros. Para jugar necesitamos el juego de palos completos.
De la misma manera debemos considerar nuestras acciones en marketing digital, debemos estar atentos a todas las formas y sitios en que nuestra marca está expuesta a los potenciales clientes para mantener una coherencia y lograr una estrategia efectiva.
Si vamos a la parte artística más que al deporte en sí, el golpe, en cada jugador es diferente (casi como las agencias digitales lo somos en cuanto a nuestras técnicas).
El swing a la hora de golpear lo define todo: alcance, dirección, velocidad. Claro que en la película de Adam Sandler, Happy Gilmore, el protagonista se caracterizaba por no pensar mucho a la hora de tirar. Pero lo cierto es eso que sólo sucede en una película. El swing perfecto, la fuerza justa y en el lugar indicado nos dará un golpe exitoso.
El contenido correcto, en el momento indicado al público específico con acciones de marketing nos hace vender.
Mantener la mirada en la pelota, y en la meta, nos dará la posición de hombros correcta que resultará en un golpe perfecto. Todo nuestro cuerpo acompañará el movimiento, sentiremos cómo el palo roza el pasto, escucharemos ese sonido especial de la cabeza del palo golpeando la pelota, veremos la misma elevarse hacia el cielo y en dirección a la bandera para luego caer y seguir rodando en esa dirección.
Mientras nuestros brazos continúan sosteniendo suavemente el palo que nos rodea y que casi nos abraza dándole continuidad al golpe y finalizando el swing casi como un profesional. Claro que el secreto está en nuestra muñeca.
Al igual que SWING, nuestra estrategia de marketing si no se ejecuta de manera correcta, caemos en un bunker de arena y nuestros contenidos se sienten SPAM. De esta manera no solo estaremos perdiendo tiempo y dinero, sino también la posibilidad de captar la atención de nuestros posibles clientes.
Siguiendo con la analogía del Golf, tener un buen caddy los ayudará en una mejor elección de las herramientas a utilizar, considerando el contexto y las mejores condiciones para lograr un golpe exitoso.
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