Cuando comenzamos nuestro negocio nos preocupamos por hacer una hermosa y poética definición de quienes somos, cuál es nuestra misión en el este mundo y con que visión de negocios vamos a llevarlo adelante.
Estas definiciones se vuelven parte de nuestra identidad, y de nuestra web, y se graban como un tatuaje eterno. Pero ¿alguna vez se preguntaron como lo perciben sus clientes? Generalmente, la misión y visión de la empresa es algo que escribimos una vez en nuestra historia y rara vez volvemos a revisar.
Antiguamente se trataba de mostrar cuán grande somos, cómo vamos a "ser lo líderes del mercado local", "vamos a ser los #1 en ventas de tecnología del mercado", "Ser una de las 10 mejores aerolíneas del mundo".
Los tiempos están cambiando y es hora de cambiar el foco de nuestro negocio.
Es hora de pensar nuestro negocio como una solución al problema de nuestro clientes, como una oportunidad de que ellos crezcan y sean mejores, se mejorar su calidad de vida, ser de ayuda.
Vamos lo distintas que se sienten estas definiciones de misión y visión:
Sony: "Cambiando la manera en que la gente experimenta el mundo a través de películas, música, juegos, teléfonos celulares y equipos electrónicos"
Disney: “Creamos felicidad al brindar el más fino entretenimiento para personas de todas las edades, en cualquier lugar". Disney se compromete a fortalecer comunidades ofreciéndoles esperanza, alegría y contención a niños y familias que más lo necesiten.
Nike: “Traer inspiración e innovación para cada atleta en el mundo. Si tienes un cuerpo, eres un atleta”.
Ikea: "Crear una vida cotidiana mejor para todas las personas".
Para lograr un impacto positivo en los potenciales clientes que nos miran, lograr que se sientan identificados debemos empezar a pensar en cómo vamos a ser de ayuda para ellos y no tanto en qué queremos lograr como negocio.
Claro que vamos a tener nuestro objetivos comerciales y de negocio siempre presentes para seguir el camino hacia ellos, pero no debemos decirlo en la cara de nuestros clientes todo el día.
Para definir de una manera atractiva la misión de nuestra empresa debemos tener en cuenta 4 componentes básicos: el QUÉ, el QUIÉN, el CÓMO y el POR QUÉ
Cuando de hablamos de QUÉ nos referimos a aquello en lo que somos expertos, por ejemplo en nuestro caso Estrategia de Marketing Digital. Se trata de identificar cuál es nuestro expertise, aquello por lo que nos diferenciamos de la competencia. Ayuda pensar también en cuál es la filosofía que adoptamos en nuestra manera de trabajar.
QUIÉN trata de definir para clientes es ideal nuestro producto o servicio, quien es nuestro público objetivo o cliente ideal. Este paso nos va a ser de mucha utilidad para evaluar el tono de nuestra comunicación y analizar si estamos hablándoles correctamente.
Por ejemplo, podemos decir que nuestro foco de negocios es B2B o Empresas de Tecnología (quizás sea una rama o industria específica).
El CÓMO tiene que ver con nuestra metodología de trabajo, aquí también surge el diferencial por sobre nuestra competencia. Sería como decir que un médico siga la medicina tradicional o la escuela homeopática. Ambos son médico pero con enfoques diferentes y metodologías para curar distintas.
En el PORQUÉ es donde realmente podemos comentar nuestro fin altruista, él verdadero porqué hacemos lo que hacemos. Tal vez sea porque queremos mejorar la experiencia del usuario, crear clientes más felices o aportar innovación tecnológica a la industria.
Esta definición estratégica de posicionamiento de nuestra marca o negocio necesita ser clara, tener sentido y reflejar nuestros valores y cultura.
Si estás pensando en cómo hacer para cambiar el enfoque de tus esfuerzos comerciales y de marketing, buscas captar más clientes y no sabes por dónde empezar, comienza por una sesiones de coaching de negocios para ayudarte a tomar mejores decisiones.